martes, 7 de marzo de 2017

Llegó el momento: destete forzado.


 Desde que nació Migue  (hace casi 15 meses )se ha alimentado de pecho de forma regular. Desde los 6 meses, he intentado en repetidas ocasiones, complementarlo con biberón, pero él ponía la lengua o le daba con la mano y no quería ni probarlo. Intenté con varias tetinas (tan sólo la de Suavinex anatómica de caucho la ha aceptado alguna vez) y diferentes leches, incluida la mía extraída con el sacaleches, pero tampoco, se cerraba en banda y no quería ni olerlo.

 Con el tiempo, desistí y casi que no he vuelto a intentarlo. Es un niño que come de todo y estupendamente, de todo, menos la cantidad de leche recomendada.

 Él va a la guarde durante todo el día. La toma de leche materna se ha reducido a cuando llega de la guardería a modo de merienda, después de cenar tras una siestecilla de 2 horas (sobre las 12 de la che) y durante la noche, varias veces de forma repetida. En torno a las 7 de la mañana tomaba la última toma que era la que hacía las veces de desayuno junto a un par de galletas.

 Nunca he sido muy partidaria de prolongar tanto la lactancia materna. Es muy sacrificada y considero que no es tan bonita como la pintan. Yo empezaba a estar ya cansada de sus rabietas y costumbre de desear pecho en cualquier lugar y a cualquier hora. No me ha gustado dar el pecho en público nunca, no por nada, si no porque no me siento cómoda. Siempre he llevado conmigo muselinas, toquillas o cualquier cosa que pudiera darme un poquito de intimidad pero al muchacho ya no le gustaba que mamá estuviera tapándose o se empeñara en mantener la blusa sobre su cabeza. Imaginaos mis noches, despertándome cada 3 horas aproximadamente y mi agobio por pensar que la cantidad de leche era insuficiente.

Sigo en IG a Johanna Rola y ella había tomado la decisión de destetar a Josep Mª y así, sin pensarlo ni programarlo, el viernes sentí que había llegado el momento. Le dí para desayunar y cuando lo recogí de la guarde, empezamos el proceso.

 Había oído que la gente se pone de todo para que aborrezcan el pecho: sal, picante e incluso un cepillo. Migue es tan bribón que siempre he pensado que si yo me echaba algo comestible, a él no le molestaría lo más mínimo y seguiría mamando. Así que opté por algo mucho más sencillo: pezoneras de silicona . Cuando me levantó la camisa por primera vez y la vio, se extrañó pero intentó mamar. Me dió tal bocado que mi grito lo asustó y no intentó morder más. De primeras lloró bastante pero estaba tan deseoso de mamar que se tomó el biberón enterito. Mi cara era de sorpresa total, no me lo podía creer!

 Por la noche cenó normal y yo me fui a la cama con biberón, calientabiberones, leche en polvo, pezoneras y agua. a ver que tal salía el invento a media noche!.



 Se despertó con hambre y con ansias de mamar pero cuando me levantó el pijama y vio de nuevo eso tan incómodo se cabreó,pero le enseñé el biberón calentito y se lo tomó enterito! Se desveló y empezó a jugar a meter el biberón en el calientabiberones. Conseguí que se durmiera sin mucho stress y a las 8 de la mañana se despertó otra vez: camiseta para arriba, pezonera, cara de póker, llanto de cabreo y biberón al canto si no hay otro remedio.



 Yo no me lo podía creer!!!Nunca pensé que sería tan fácil! A lo largo del día lo intentó en varias ocasiones y lloró y pataleo al ver la pezonera pero yo siempre tenía el biberón preparado para que al mamar se relajara... Hoy ya ha pasado su 5º día y no me ha levantado la camiseta ni una sola vez. mi cuerpo aún no se ha regulado pero creo que la producción de leche se ha ha detenido y aunque aún tengo dolor e hinchazón, me siento estupendamente.

 Me siento tan orgullosa de él, mi campeón! Jamás pensé que lo haríamos tan rápido y sin traumas. Por eso lo comparto, porque creo que puede ser de ayuda a alguna mamá desesperada.


 Te quiero tanto pequeño! Gracias por no hacerme sentirme mal por privarte de una de las cosas que más te gustan pero creo, que ya era necesario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario