martes, 6 de junio de 2017

Crucero en familia( y con un bebé): Parte 1

 Los que me seguís en redes sociales, sabréis que en abril nos fuimos de crucero con nuestros hijos (de 6 años y 17 meses). Eché de menos algunas cosas y acerté plenamente en otras, por eso he decidido escribir esta entrada, porque creo que será muy útil para aquellos que estéis preparando un viaje parecido.

 Nuestro crucero duraba 7 noches y 8 días, partíamos de Bari (Italia) y nuestro barco era Costa Deliziosa. No es el primer crucero que hago, pero en este post me centraré especialmente en consejos para conseguir disfrutar al máximo de la experiencia con un bebé a bordo.

  El itinerario que elegimos era precioso: Italia, Grecia y Croacia. Partimos desde el aeropuerto de Granada hacia Barcelona y desde ahí, otro avión hasta Bari.

 Durante semanas estuve pensando en el equipaje más adecuado. era difícil puesto que éramos 4 y en el mes de abril habría que llevar ropa de primavera/entretiempo/verano. Ropa casual y ropa de gala, bañadores, deporte y...mil zapatos!. Calculamos llevar 2 maletas facturadas y una maleta de mano por cada uno. Dimos por hecho que serían 6 maletas en total. Nunca habíamos volado con un bebé que no paga billete y por tanto, unas horas antes de volar, y con todo el equipaje listo, caímos en la cuenta de que al bebé no le correspondía ninguna maleta. Nos sobraba una maleta!!! Al final fueron, 3 equipajes de mano, 2 maletas facturadas y un carrito plegable tipo paraguas.



  Migue come de todo perfectamente pero yo preferí ir bien equipada por lo que pudiera pasar: un potito salado por cada día, potitos de fruta eché 4. "estrugis" de fruta 8, una bolsa de gusanitos, otra de pajitas de patatas y galletas Dinosaurios. Migue sigue tomando leche de continuación así que eché una lata entera pero en 2 bolsas de zip para disminuir volumen. Tuve la precaución de marcar las bolsas para evitar confusiones en los controles de seguridad. Eché muchísimo de menos un calientabiberones. en nuestro camarote no había ni cafetera ni nada que sirviera para calentar el agua para el biberón así que las primeras veces fue una odisea conseguir agua potable y calentita (solo recomiendan beber agua embotellada). También llevé una caja de crema de arroz por si en algún momento teníamos algún episodio de diarrea.
   
Soy de las que hacen listas para hacer el equipaje. Facilita mucho el trabajo final y evita que se te
olvide algo importante. Quizás tardes más en hacer la lista pero luego todo es mucho más rápido y efectivo.
 Valoré con mi pediatra que debía llevarme por si los niños tenían algún problema y estas fueron sus recomendaciones:
  Amoxicilina
  Amoxicilina + clavulánico.
  Estilsona gotas.
  Fluidasa.
  Paracetamol.
  Ibuprofeno.
 Ella me recomendó también llevarme suero oral pero mis hijos nunca se lo han bebido así que me arriesgué a no llevármelo. Afortunadamente no me hizo falta nada.





 Migue es un niño muy movido, capaz de trepar hasta la luna. Llevábamos un mochila pequeña con algunos juguetes entre los que incluí ceras para colorear, su juguete preferido (tren tut tut de vtech)
un par de coches de madera, una pelota pequeña, algunas piruletas y unas gominolas naturales de frutas que encontré en Primark y que están buenísimas.





 En algunos aeropuertos hay áreas infantiles, ideales para pasar el tiempo entre escalas.




 Cuando llegué al camarote, me llamó la atención que no había bañera. de haberlo pensado, hubiese echado una piscinilla hinchable para poder bañar a Migue con seguridad. Al final, opté por sentarlo directamente en el suelo de la ducha para poder bañarlo ya que él se resbalaba muchísimo.

Imaginaos la maleta que tuve que preparar para él:
 -calculé 5 pañales por día y eché algunos más por si había caquitas blandas.
 -bodies eché uno por día
 -2 pijamas.
 -la ropa  fueron un par de vaqueros largos, ranitas, camisetas de manga corta, camisas de manga larga pero remangable, alguna sudadera y jerseís finitos.
 - deportivas, chanclas, bambas y un par de botas más arregladitas.
 -Calcetines (4 pares) y un par de bañadores.
 -Un cortavientos.

 Eché una pastilla de jabón lagarto, cosa que me resultó utilísima porque los niños se mancharon a menudo y llevamos la ropa calculada al milímetro, Nuestro camarote tenía terraza con 2 sillas por lo que la ropa se secaba rápidamente dejándola allí estirada. En el baño del camarote había también una cuerdecita extraible para tender pequeñas prendas como bañadores y bikinis) sobre la ducha.

 Hubiese sido muy útil un estropajo o cepillo limpiabiberones y un poquito de "lavavajillas" pero a mí no se me ocurrió y me apañé con jabón de manos y agua caliente para lavar los biberones.

 Viajar con un bebé tan inquieto y a esa edad te dificulta bastante el viaje.
 Paula tiene ya 6 años y siempre ha sido una niña muy buena que se entretiene cualquier cosa. Es un poco tímida al principio y le asustan las situaciones que no conoce pero en cuanto interacciona dos minutos con los monitores, se olvida de todo y se pone en primera fila, disfrutando más que nadie.
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  Si hay algo que me ha encantado de Costa es la animación! todo el día están con actividades para grandes y pequeños.












Alguna pega? pues que es a partir de los 3 años. Si tu bebé no tiene más de 3 años y no es independiente para ir al baño, olvídate de guarderías o actividades para él. Ni piscina, ni jacuzzi, ni guardería. Tampoco hay servicio de canguro para poder contratarlo mientras tú decides ir al spa o al cine.
 Eso sí, hay una sala preciosa de Peppa pig  con un montón de juguetes, moqueta en el suelo y sofás para que los papás se vayan allí con los   bebés para jugar. Migue y yo éramos muy habituales y al final haces amistad con otras parejas, que  como tú, necesitan que sus bebés se cansen un poco.
 Qué le falta a esa sala? un cambiador en el baño.





















  Nuestro camarote tenía una preciosa terraza con vistas al mar . Nunca pensé que disfrutaría tanto de ella, pero era muy segura para que Migue jugara allí. él y yo aprovechamos nuestro día de navegación para disfrutar de ella al máximo.








Me puse mi bikini mientras a él le saqué sus juguetes. no podía relajarme ni un segundo porque su intención era tirar todo al agua pero con un poquito de mano izquierda, conseguí que jugara mientras yo disfrutaba de las vistas y el sol.










   En una de las cubiertas exteriores había también un precioso parque infantil con una pequeña piscina para los más pequeños. Estábamos en abril y en altamar solía hacer frío en esa zona así que estuvimos un par de veces nada más y por supuesto, evité que Migue descubriera el agua al máximo (aunque no siempre lo conseguí!).


Y por hoy, creo que ya está bien. Mañana seguiré comentando como nos organizamos con las excursiones y visitas. Un besito y hasta pronto!



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